Autor: Bonnie-Sue Hithcock
Editorial: Maeva Young
Número de páginas: 264
Si no salvamos a los demás, ¿cómo vamos a salvarnos a nosotros mismos?
Alaska, 1970: la vida en este lugar no se parece a la vida en ningún otro sitio. Ruth quiere que su afligida madre se acuerde de ella. Dora desearía ser invisible a los ojos de su padre maltratador. Alyce se ha quedado en casa para complacer a sus padres. Hank se ha escapado de la suya con sus hermanos.
¡Hola! Lo primero que pensé al ver el libro es que tiene una portada muy bonita. Los paisajes cubiertos de nieve me parecen preciosos. No había oído nada de este libro así que cuando lo cogí no sabía que esperarme. Me lo terminé en la misma tarde. No sé si fue porque no sabía qué me iba a encontrar, pero lo he disfrutado mucho. Es un libro corto, pero cargado de sentimientos. Quizá me hubiese gustado que fuese un poco más largo.
Una de las cosas que hicieron al libro más especial es el hecho de que trata de una época y clima muy diferente a lo que estamos acostumbrados. Me ha gustado leer de una geografía e historia que no son familiares para mí. Tengo una especial debilidad por los libros que se ambientan en una época pasada, puesto que me parece curioso e interesante aprender sobre como era la vida en aquel entonces.
Ruth vive con su abuela, la cual es muy estricta y católica, ya que su padre ha fallecido . Ha sido mi personaje favorito. Es una chica algo inocente, pero muy valiente al mismo tiempo. Ha tenido que pasar por muchas malas experiencias en su vida. Alyce es bailarina. Quiere audicionar para un baile en el colegio y tiene que pasar el verano en un barco de pesca con su padre. De todos los personajes es el que tiene el menor problema, puesto que se basa en una decisión. Su amor por la pesca, su familia y el baile están muy presentes en la historia. Hank es el único chico. Él y sus hermanos están escapando de sus padres. Tiene una gran responsabilidad encima y eso es precisamente lo que más me gustó de él, lo leal y protector que es con ellos. Dora está viviendo con la familia de su mejor amiga, que le están ayudando a huir del peligro que acecha en su casa. Me ha gustado ver el cariño que le dan.
Realmente la historia empieza a finales de los 50, cuando Alaska aún no era un estado. Después el libro avanza hasta los 70, cuando los niños, ahora adolescentes, tienen que lidiar con los problemas que tiene el estado por sus pobres infraestructuras, el clima...
Pero sin duda, lo que más me gustó del libro, fue la forma en la que las vidas de los personajes acaban encontrándose y enlazándose entre sí. También tienen cabida ciertos toques de humor e incluso partes algo más poéticas y metafóricas. Está presente el hecho de que un olor puede causar emociones y recuerdos en los personajes.
El final me ha gustado y me ha dejado buen sabor de boca. En general me ha parecido un libro optimista y esperanzador, a pesar de que encierra bastante tristeza.
Si os gustan las historias que tienen varios personajes cuyas vidas no están conectadas en un primer momento, pero que al final terminan todas entrelazadas de una forma inimaginable entonces deberíais darle una oportunidad. Un libro muy realista, emotivo, algo triste y profundo que te dejará un buen sabor de boca.
*Muchas gracias a Maeva Young por el envío del ejemplar
¡Hola hola!
ResponderEliminarLo tengo pendiente en mis estanterías y tras tu reseña me han entrado unas ganazas que madre mía me lo leeré super pronto
🐾Te espero por el rincón de mis lecturas, un besote
Conocía este libro porque me llamó la atención su portada, pero no sabía que trataba de varios personajes y eso me suele gustar
ResponderEliminarGracias por la reseña, un besoo💕 ya te sigo por aquí